Adéu a Josep Julià


Ens assabentem a través d'en Jordi Guasch de la mort de Josep Julià. Guasch, amic personal de Julià al llarg de molts anys, ha publicat el següent text al seu mur de Facebook. Us l'enganxem a continuació perquè ningú millor que ell per expressar i glossar la figura de Julià com pertoca. La fotografia d'aquest post també és d'en Jordi Guasch. 

Descansi en pau una de les persones més filantropes, discretes i que més amor sentia per la música country al nostre país. 

MUERE EL FILÁNTROPO DE LA COUNTRY MUSIC, JOSEP JULIÀ. 
Per Jordi Guasch (13/05/2020) 

Ayer, falleció Josep Julià, 81 años, a causa de una metástasis ósea que, poco a poco, iba debilitando su salud. Y lo hizo con la suficiente madurez, serenidad y aceptación consecuentes con su pragmática filosofía de vida. Josep, uno de mis mejores amigos, de quien destaco su bondad, humildad y generosidad. El Country nos unió, y el maldito cáncer me arrebata, prematuramente, a este ser humano tan querido. 

Compartimos esa auténtica pasión y entusiasmo por la country music; pero, además, él era un filántropo. Puso dinero de su bolsillo, sin esperar jamás beneficios, para divulgar este género musical. Imprescindible, por ejemplo, en el Festival Country de Platja d'Aro, encargándose personalmente de traer a Carlene Carter (miembro de la mítica Carter Family) y ocuparse de ella... que no fue tarea fácil. 

Nos conocimos durante los Festivales country de Wembley, en los 1980' y, desde ahí, acudiendo a otros conciertos y locales para disfrutar de esta música, la afición compartida se iría convirtiendo en una fuerte amistad. Gracias a él, mediante su apoyo y aportación económica, pudieron ver la luz los libros "Corrido del Güero Errante" y "Country Music Stars", ambos, con contenido country; sobre todo, obviamente, el segundo: una idea suya materializada en una obra que, pese a la falta de medios, respaldo mediático y conocimientos de gestión, resultaría ser un libro sin precedentes dentro de semejante género musical. 

Tras finalizar las habituales citas con Wembley (el más grande festival country de Europa), ya nos íbamos juntos, en su coche, a los festivales anuales de Gstaad, ubicado en un bello paraje de los Alpes suizos, y acompañados de otros fans del Country. Colaboramos en programas radiofónicos, pero la humildad y en parte, timidez, de Josep, le impedía buscar protagonismo; del mismo modo que nunca le pasaba por la cabeza recibir remuneración por lo que, altruista y filantrópicamente, aportaba por simple amor hacia esta música. Y jamás obtuvo tales beneficios económicos. 

Incluso organizó lo que yo bauticé como "Julià Parties": fiestas, con barbacoa, que servían para reunir a aficionados country, sus respectivas parejas, y motoristas de las "Harley" (el propio Josep tenía una). Algunos de ellos, nos ofrecían actuaciones musicales allí, en su casa y terreno de Sant Vicens de Montalt. 

Tras Gstaad, nos acostumbramos a ir al Festival country de Craponne (Francia), también conduciendo él e, igualmente, gozando de los cd´s country que amenizaban nuestros viajes por carretera. Gracias a Julià, descubrí nuevos artistas y canciones. Él corría con todos los gastos y no sólo me regalaba cd´s, sino que siempre me invitaba a comer y a realizar salidas, más allá del contexto "country", por zonas rurales de Catalunya y el sur de Francia. 

Algunos veranos, visitaba los Apalaches con nuestra amiga común, Gloria, otra verdadera aficionada al género y también excelente persona. Ambos se deleitaban, sobre todo, con las facetas más tradicionales, Old-Time y Bluegrass, en clave montañesa, recorriendo los Estados del sudeste más adecuados para ello. Yo ya no me apunté, aunque me hubiese gustado, a tales viajes, porque ya andaba en la fase "mochilero-aventurero" por otras lindes...Gloria y Josep, podrían haber escrito un libro narrando sus viajes, y los músicos y cantantes que llegaron a conocer. 

Podría contaros muchas anécdotas de mi gran amigo, y más acciones concretas como muestra de su generosidad y total ausencia de intereses materiales, ni egoicos. A lo largo de sus últimas semanas de vida, le reconfortaba rememorar acontecimientos relacionados con los viajes, conciertos, festivales, y la enorme cantidad de artistas country, desde clásicos a modernos, que llegó a ver en directo; y hasta conversar con ellos. ¡Ah, esa espontánea alegría tan común de tener un disco firmado!...Julià fue, además, la persona que me dio más trabajo como ilustrador, incluyendo proyectos personales, como una serie de dibujos vinculados a los estilos country, sencillamente, para decorar su piso. Y, de paso, claro, prestarme su ayuda para que yo pudiera desarrollar mis facultades artísticas de forma remunerada. Su generosidad hacia mí no tenía límites, y todo lo hacía de corazón. 

Desde la sabia perspectiva que a veces nos otorga el paso del tiempo, puedo afirmar que el Country, devino una mera "excusa", ¡maravillosa, evidentemente!, para compartir estupendos momentos con Julià; para ser tan afortunado de haber tenido un amigo como él. Bueno, ahora tan sólo ha cambiado de dimensión, abandonando su transitorio envoltorio físico, pero siempre estará en mi memoria; y se antoja inevitable que afloren hermosos recuerdos junto a él. 

El maldito covid-19, ha impedido que, como propuesta de su sobrino, hoy le hubiéramos hecho un bonito funeral, eligiendo yo mismo las canciones (de George Jones, por ejemplo, imprescindibles...), que más le emocionaban a Josep. Ante la imposibilidad de asistir a esa convencional despedida, me he visto instado a dedicarle este texto, si bien, seguro que me olvido de otros bellos detalles referentes a él. Y lo hago público, porque algunos countryófilos/as que estáis leyendo estas palabras, le conocisteis. 

Y para quienes no tuvieron esa suerte, ya que Josep era tan reservado y evitaba todo protagonismo, quiero ser yo quien no únicamente anuncié su adiós de este caótico mundo, sino que reivindique el relevante rol que tuvo respecto al hecho de difundir la música que tanto amaba. Con el transcurso de los años, a algunas personas, les aflora el deseo incumplido de no haber cumplido con determinados sueños, propósitos, lo cual es algo humano, normal. Me complacería pues, que, en un hipotético renacer, o en una no menos supuesta "realidad alternativa"(Josep leía sobre física cuántica, entre otras materias, pues amaba los libros, el conocimiento...otra de sus cualidades), recorriese la Ruta 66 con una Harley y se aventurara a través de la India con la mochila a cuestas. Recuerdo haberle oído comentar más de una vez, que le hubiese fascinado. No obstante, creo que llevó una existencia terrenal acorde con sus objetivos, siendo libre y consecuente de su filosofía de vida. Es indudable, en cualquier caso, que tuvo sentido; al menos, por lo buena persona que fue, por lo que nos aportó a muchos. 

Voy a tenerle presente, con esa natural sonrisa suya de júbilo, mientras hablaba, por ejemplo, de su pasión por las plantas, la naturaleza en general, y añadiéndole, ya puestos, un fondo musical de banjos, fiddles, steel-guitars... 

Amigo, se ha ido tu cuerpo físico, pero tu bella alma continúa con quienes te hemos conocido; y te seguimos queriendo.



Si no coneixeu encara a Jordi Guasch, no deixeu de visitar el seu blog: jordiguaschbardoviajero.blogspot.com.es

Comentaris

Sebastian ha dit…
Se ha ido una gran persona.
Lo poco que lo traté fue siempre memorable. Fue alguien que contagiaba cercanía y amabilidad.
Seguira vivo en mis recuerdos con los country friends, una época que no olvidaré nunca.

Entrades populars